lunes, 13 de mayo de 2013

El equilibrio térmico

          

            La Tierra mantiene una homogeneidad de climas gracias a fenómenos como los vientos o las corrientes oceánicas, que hacen posible un equilibrio térmico al regular la energía terrestre de las distintas partes de la Tierra.

            En el ecuador los rayos del sol inciden durante muchas horas diarias y con mucha intensidad (debido a la inclinación de la Tierra y al menor espesor de atmósfera que los rayos atraviesan), por lo que en consecuencia el aire se calienta, pierde densidad y asciende; cuando llega a una determinada altura (con una temperatura más baja), condensa, forma nubes y precipita. es un fenómeno muy constante en la zona ecuatorial.

[Si quieres saber más sobre la formación de nubes pincha aquí]

            Este aire que asciende, origina bajas presiones (y consecuentemente a abundantes precipitaciones) y tiende a formar células convectivas, en el Planeta Tierra hay tres grandes células convectivas, está es la principal: CÉLULA DE HADLEY.


     El aire más frío vuelve a descender, y lo hace en dos direcciones:

    • Hacia el ecuador de nuevo, cerrando por lo tanto la célula de Hadley.

    • Hacia el norte, hacia las zonas templadas, dando lugar al EFECTO CORIOLIS. Se trata de un aire muy seco, ya que ha precipitado en las zonas ecuatoriales, y que impide el ascenso de aire con humedad en las zonas tropicales, lo que da lugar a altas presiones (y consecuentemente pocas precipitaciones).



En cuanto al Efecto Coriolis, es aquel por el cual se forman los vientos Alisios al bajar el viento hacia los trópicos y sufrir una desviación por el efecto de la inercia. El ecuador es donde mayor velocidad angular hay, por lo que el viento que baja hacia las zonas tropicales (donde hay menor velocidad angular) cuando vuelve para cerrar la célula de Hadley, tiene también una menor velocidad y al pasar a una mayor velocidad (a medida que se acerca al ecuador), se atrasa. Es decir, que el Efecto Coriolis supone una desviación del aire hacia la derecha en el Hemisferio Norte y hacía la izquierda en el Hemisferio Sur.








          Por otra parte tenemos las zonas polares, en las que vientos muy fríos caen y se comprimen, dando lugar a altas presiones (y consecuentemente a precipitaciones escasas). Aquí se forman las células polares.


          Como resultado de esta distribución de altas y bajas presiones, nos encontramos con zonas turbulentas, en las que convergen los vientos fríos que vienen de los polos y los vientos cálidos del trópico. Se trata de las zonas templadas o húmedas, en las que convergen estos dos tipos de frentes. generalmente el frente frío se mete por debajo del frente cálido que asciende, condensa formando nubes (son típicos los cielos empedrados) y precipita.



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